XIII Bienal de Arquitectura

Philippe Blanc / Carolia Portugueis

El montaje para la Bienal no es un problema de forma. Se trata de recoger una cierta vida. Pensamos que la Bienal no es solamente ir a ver proyectos, si fuese estrictamente ver proyectos bastaría con publicar un catalogo de las obras, de hecho podríamos definir el acto de ir a la Bienal como todo aquello que lo diferencia de ver un catalogo.

Se intenta acoger las situaciones de ir a encontrarse (con las personas, la actualidad etc) e ir a perderse (entre las muestras y los proyectos).
Se proponen para esto 2 tipos de recorrido: El paseo y el atajo.
Así hay partes de la exposición que se ven de un golpe de vista (atajo) y otras que se van descubriendo de a poco (paseo). Estas dos formas de visitar la muestra se van cruzando, generando plazas o lugares de encuentro.

Se elige trabajar con los siguientes elementos: Mesas, sillas, suelos y una pantalla de proyecciones .
Las mesas dan el carácter a la muestra, todo se ve en forma horizontal. Por otro lado se entiende la mesa como lugar entorno al cual se da el encuentro.
En contraste con las mesas se propone un gran plano vertical de 10 mts de alto que recorre toda la estación en su largo. En esta pantalla se muestran imágenes de gran formato de las distintas exposiciones que ocurren bajo ella, así como las charlas y los distintos lugares de la muestra, dando una suerte de vista en resumen de esta, abarcándola de un golpe de vista.
En la plaza de acceso la pantalla muestra imágenes del interior transformando la plaza en cine al aire libre.

Es este contraste entre vertical y horizontal, entre pequeña escala y gran escala, entre paseo y atajo el que da forma a la muestra de la XIII Bienal de Arquitectura.