casa A
Smiljan Radic
1 / Una medialuna, un silo, un campanario, una animita, una pirca muy larga como las de Rapa Nui o una acequia de piedra, una casa A, un piano envuelto en felpa. De todas estas obras sólo hemos podido construir una gruta doméstica y ahora, con Marcela Correa, reparar ésta casa A.
2 / De la casa existente demolimos lo que expandía y deformaba el programa inicial. Todo aquello que convertía su interior sombrío en una especie de rincón penetrable sólo por los familiares y sus recuerdos. Deshacer ese tiempo blanqueando su interior fue la primera y única decisión formal relevante del proyecto, además de desclavar afiches, cuadros y manifiestos familiares acumulados durante los últimos 35 años.
3 / Si alguien necesitara meter dentro de una casa A un bosque, le conviene pintar de blanco su interior y construir dos terrazas-rampas formando un zócalo como una pequeña colina negra que traspase en la planta baja la casa abierta de lado a lado, para llegar a caballo si se quiere. Arriba se deben conservar los dormitorios pequeños y por fuera, más arriba, debería instalar un mirador para ver los cerros cercanos: el Morrillo, el Peine, los Tres Cuernos; dejando abajo, muy abajo, el suelo.
4 / Y los 60 basaltos quedaron casi en la misma posición propuesta por el descuido de los camioneros. Algunos los acomodamos más tarde cuidando invadir el nuevo interior blanqueado, abriéndolo hacia algo tan inasible en el lugar como era una nueva memoria.
5 / Las terrazas-rampas junto con las piedras tiradas por todos lados dan esa sensación de desmesura que podemos asociar al relato de Roitharmer cuando describe el cono que ha construido para su hermana. Pero contrariamente a lo que plantea Thomas Bernhard en su novela Corrección, nuestro pretende demostrar que el arte y la arquitectura no tienen nada que ver y que esta claridad permite el trabajo en común entre artistas y arquitectos bien educados. Siempre arte y arquitectura colisionan en todas partes, siempre, a menos que uno u otro tome el papel de fondo. Quizá es porque ocupan el mismo espacio de exposición -físico, político y comercial- o al menos, porque su exposición se confunde en el mismo espacio de intercambio.
6 / No perdimos tiempo en la planimetría de esta casa porque nuestro constructor Marcelino López no sabía de planos. Los detalles son los mejores que hemos podido hacer para este proyecto, visita tras visita, los más adecuados.
Marcela Correa
Vilches, Chile
Vivienda
2008
Vilches, Chile
Arquitectura
Smiljan Radic
Escultura
Marcela Correa
Construcción
Marcelino López
Superficie construida
43 m2 (interior)
60 m2 (terrazas)