Casa Dalias
Paul Chango
Carolina Bravo
El proyecto arquitectónico Dalias, ubicado en el oeste de Cuenca originalmente fue planificada y construida en 1986 con aquella tipología “tradicional de una casa” con esos juegos de cubiertas y ventanas del primer refugio que te enseñan a dibujar en la escuela, y donde las casas del entorno mantienen dicha tipología. La vivienda está adosada en sus laterales y parte posterior, por lo que no tenía mucha iluminación natural, menos aún visuales, un retiro frontal de tres metros con opción a un solo parqueo, la estructura de la casa es conformada de hormigón armado en vigas y columnas, las losas de entrepiso y cubierta estaban estructuradas en madera, la primera revestida con duelas y la segunda con placas de fibrocemento ondulada.
El nuevo propietario tenía como requerimiento particular tener espacio para dos vehículos, lo que ocuparía un área considerable de la planta baja, por esta razón su parte estructural no serviría para sostener tanto aire, la precisión en el uso de los medios técnicos llevo a tomar decisiones más que diseño, configuraciones más que figuraciones, el resultado quitar y descubrir será abierto e imprevisto un proceso de excavar, ingrávido, profundo misterioso, una arqueología arquitectónica
“Sacar para meter espacio”
Utilizamos un implante metálico, que reforzaran las tibias (estructura de madera) que elevaran a hombros de la mañana el área privada donde la única modificación fue dividir en dos baños donde estaba el anterior, conservamos la escalera y el patio posterior donde estaba la lavandería y un acceso a la bodega que estaba en subsuelo y que, en la actualidad, es el comedor, la cocina, la lavandería y el jardín, la sala flota sobre vigas metálicas con tiras de madera recuperando la memoria del lugar y un estar donde anteriormente era la cocina conservando la cerámica.
Repetimos el vacío del patio al interior para desadosar la sala del parqueo e insertar la nueva circulación al subsuelo. El parqueo cuando no se utiliza se integra con la vida del interior difuminando ambos espacios permitiendo amparar esa “imprevisibilidad de la vida” generando espacios de oportunidad extendiendo el territorio.
El desmenuzar la estructura en cubierta y losas permitió generar una suerte de grieta cortando la casa en dos partes permitiendo el ingreso de iluminación natural desde la cubierta a través de una hilera de vidrios, filtrándose por unas duelas de madera que están separadas (tipo pérgola) en la losa de la primera planta alta permitiendo observar al mediodía los rayos del sol en el piso de planta baja similar a la luz que atraviesa un árbol.
Eliminamos la representación en fachada limitando visuales hacia y desde el interior, borrando aleros, canales y retirando pintura hasta llegar al origen de lo que pide la intervención, piezas de hormigón y metal incrustadas luchando contra la gravedad.
Los espacios confinados, oscuros y fríos planificados hace más de 30 años fueron actualizados integrando ese deseo de libertad y relación con los agentes naturales, fue como ir excavando en una mina, sacando el material y ganando aire rodeados únicamente por vacíos acantilados.